Bienvenidos, Saludos en el Nombre
del Señor Jesucristo
“Y
VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera
tierra se fueron, y el mar ya no es.
Y
yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Y
oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su
Dios con ellos. Apocalipsis 21:1-3
“... Y ahora Señor, Dios, como sucedió en aquella visión de
años atrás, cuando vi los cuerpos viejos que la gente antes habitaban, pero en
esa ocasión los cuerpos habían sido reparados y hechos nuevos, pero yo tuve que
regresar otra vez a este lado del río.
Ahora, Señor, Dios
creador del cielo y de la tierra, nosotros estamos aquí como la gente de Tu
rebaño, de Tu Reino. Ahora por mi parte, de parte del pastor y de la gente de
la congregación, nosotros dedicamos este edificio al servicio del Dios
Todopoderoso, por medio del Nombre de Su Hijo Jesucristo, para el servicio de
Dios y para el respeto y la reverencia de Dios, y que el evangelio fluya de
este lugar de tal manera que haga que de todo el mundo vengan, desde los cuatro
puntos de la tierra para ver la Gloria de Dios procediendo de aquí. Como Tu haz hecho en el pasado, que el futuro sea
multiplicadamente mayor.
Padre, ahora nos
dedicamos nosotros mismos a Tu servicio y a la Palabra como todo lo que está en
nuestro ser. Señor, la congregación hoy se dedica al oír de la Palabra; y
nosotros como ministros nos dedicamos a la predicación de la Palabra, que
instemos a tiempo y fuera de tiempo; redarguyendo y reprendiendo con toda
paciencia, como está escrito allí en la piedra angular desde hace treinta años.
Tu dijiste que el tiempo vendría cuando la gente no
oiría la sana doctrina, sino mas bien se amontonarían maestros teniendo comezón
de oír y serían apartados de la verdad para seguir en pos de las fábulas.
Señor, así como
nos hemos esforzado por mantener la Palabra ante la gente; permite ahora que
seamos inspirados y fortalecidos con una fuerza doble a medida que una doble
porción caiga sobre el lugar, que el Espíritu Santo, como sucedió en el día de
la dedicación del templo cuando Salomón oró, el Espíritu Santo en la forma de
la Columna de Fuego y de la Nube entró por la puerta y dio la vuelta por los
querubines y entonces entró al Lugar Santo y ahí posó. ¡Oh Dios! Salomón dijo : “Si Tu pueblo estuviera angustiado en cualquier lugar y mirare
hacia este Lugar Santo y orare, entonces oirás desde el Cielo.” Señor, que el Espíritu Santo entre en esta
mañana a todo corazón y a toda alma consagrada que esté reunida aquí. En la
Biblia dice que la gloria de Dios era tan tremenda que hasta los ministros ni
podían ministrar. Oh, Dios nuestro, permite que eso
se repita. Nos entregamos ahora mismo, juntamente con la iglesia, en
dedicación a Tu servicio.
Está escrito:
“Pedid y se os dará.” Nos sometemos hoy, juntamente con el ofrecimiento de la
iglesia., a Ti para tu servicio como las luces del atardecer, que podamos traer consolación y fe al pueblo que está
esperando la venida del Novio; para aparejar una Novia con el Evangelio de
Cristo para ser recibida por el Señor Jesucristo.
DIOS
EN SIMPLICIDAD_
JEFF.IN DOMINGO_ 63-0317M